El Ministerio de Igualdad, a través de la Delegación para la Violencia de Género, acoge este proyecto estratégico para luchar contra la violencia de género, con un sistema de control de las órdenes de alejamiento. Se trata de un doble dispositivo GPS (Sistema de Posicionamiento Global)/RFID (Identificación por Radiofrecuencia): respectivamente, una pulsera que emite una señal de posicionamiento, instalada por orden judicial en el agresor, y un dispositivo móvil parecido a un teléfono que advierte a la víctima si esa distancia es traspasada.
Al mismo tiempo un centro de monitorización, controlado en horario 24x7, recibe la alarma, se pone en contacto con la mujer protegida y avisa al cuerpo de Policía.
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